domingo, 30 de diciembre de 2007

Tormenta y Estero

Sabado 4-12-04

Tormenta

Vuelvo a viajar a Arrecife, la estancia cercana que tiene taller, y aprovecho para tomar terere con el administrador, ya voy conociendo a los vecinos. Ahora ya conozco al mayor, al maestro, el director de la escuela, un vecino, y al comisario del pueblo. Solo me falta el cura para estar a bien con todas las autoridades locales.

Tambien conoci a la medico, es decir, hechicera, porque aquí si va a la universidad, le dicen doctor, pero a los curanderos se les dice medicos. Dicen que conoce muchas oraciones para las picaduras de bichos. Momento de reflexion sobre el hecho de ser tan pecador.

Por la tarde, subimos de nuevo al fuerte, otra vez a caballo, en una galopada muy buena entre la maleza. En menos de media hora, el cielo se pone moradisimo, y empieza una tormenta de cuidado. Correr a caballo, con lluvia y los rayos cayendo en las montañas hace que valga la pena el resfriado que me voy a pillar. Lastima que un poco mas tarde, los rayos caen mas cerca, es decir, otra vez sobre la antena fundiendo esta vez el transformador del telfono.

Nos invitan a cenar en el pueblo, ya que ha venido un ingeniero de Asuncion, amigo de mi anfitrion y que es un personaje por aquí. Con todo el agua que ha caido, el camino es un rio, aunque poco profundo, y por el parabrisas solo se ve plantas a los lados, y agua hasta donde alcanzan las luces. Llegamos sin problemas, y volvemos igual, pero con el estomago satisfecho por algo mas sofisticado de lo habitual.

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